jueves, 3 de enero de 2008

El querer. Segunda parte de la introducción

Tu piensas en la importancia que tiene para ti y para el mundo. De repente es grande grande grande, de repente esta en todas partes. De repente miras los carteles de las tiendas y pone su nombre, de repente, las personas que pasan por la calle te recuerdan de algún modo a esa persona. De repente odias, de repente quieres.

Pues, me encontré un día un trozo de papel roto, en el autobús que va a mi universidad. El texto:

"Yo no te puedo querer mas
De todo lo que te quiero,
ni menos de lo que te quiero
Pero siento que te quiero
igual que todos los días,
todo mi querer te lo he
dado y nada puede cambiar
ese querer. Con o sin nada
te amo igual"

Este texto ha viajado muchos kilómetros y algún que otro año, pero a lo mejor alguien lo lee, y cree que le pertenece.
Te doy de plazo medio año, si no, la persona que reciba esta declaración de amor, no será la que tu pretendías.

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